Estar En Una Banda:

Cuando La Música Cobra Sentido

Hace poco tiempo tuve la oportunidad de entrar a una banda y sin necesidad de ser los más virtuosos (algunos en el grupo llevan por mucho un semestre de experiencia en su instrumento), o los más atrevidos en el escenario, hemos logrado formar un espacio ameno en el que podemos compartir nuestro gusto por la música, en especial el rock, y donde aprendemos y ensamblamos canciones de algunos de nuestros artistas favoritos.

El grupo nació en el seno del programa de Rock y Vida. Ahí nos conocimos todos, y quedamos para empezar a reunirnos y a tocar juntos. Como músico principiante que hasta ahora empieza a descubrir el mundo de los grupos y las bandas, empecé a preguntarme cual era el punto de hacer música en compañía de otras personas, en que cambiaba la experiencia comparándola con el encerrarse a tocar en el cuarto a solas.

Discutiendo y reflexionando sobre esto con mis compañeros, surgieron unas ideas que sinceramente creo definen la esencia de las bandas (o al menos de esta banda). Una muy importante la mencionó Jefferson, uno de los vocalistas principales de “Sin Contexto” ,nombre que provisionalmente tiene el ensamble;  “mi objetivo, mis ganas de querer formar una banda es la necesidad que tengo de tener un sacro oficio, […] un sacrificio por la humanidad. Quiero aportar quizás una idea, una teoría, o un conocimiento que yo plasme a través de las letras en cada canción. […] Quisiera utilizar la música para eso”.

La música es una gran herramienta de expresión, pero se tiene que difundir. No tiene sentido escribir o tener un gran mensaje que nadie nunca va a oír. El estar en grupo posibilita esta difusión, y genera espacios en los que la gente puede oír lo que quiero expresar, sea con mis palabras o no.

Otro punto importante lo menciono Michell, nuestra bajista, vocalista y capitana. Este puede sonar algo obvio, pero es la importancia de la gente. “dentro de este círculo he conocido personas talentosas, quienes me han hecho daño y quienes me cuidan el corazón, a través de ese largo tiempo llegué a la conclusión de que el alma de un artista se mantiene siempre en el hilo con caída al vacío”.

El estar en un grupo, con gente que tiene intereses similares o fines conjuntos, nos permite también como artistas mantenernos en contacto con nuestros sentimientos, lo que se termina reflejando en la música, haciéndola más pura. Con una fuerza mayor, y una carga de más importancia. El tocar en grupo también incluye el aceptar los defectos y las dificultades de los demás, tratarnos con paciencia, conciliar cuando se tienen diferencias creativas, sobre el material que se quiere tocar y la manera en la que se debe tocar. Esto me lleva al siguiente tema, en el que coincido con mis compañeros de la agrupación.

Cindy (también vocalista principal de la banda) lo deja muy claro. En sus palabras, “la experiencia de tener una banda va más allá de solo hacer música es el hecho de que como todo negocio si queremos funcionar se requiere disciplina, cumplir con el deber de llegar con las tareas que nos propongamos como banda cada semana, ser constantes en lo que hacemos.” El formar una agrupación no es exactamente un camino de rosas. Se requiere de mucho sacrificio y dedicación para lograr un producto final decente; de compromiso y de respeto hacia los demás miembros.

 

Por: Juan Sebastián Londoño Pinzón 

Press Rock y Vida

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