Festival Día de Rock
Tras las huellas de un Gigante
Los Inicios
Tengo algunos recuerdos vagos en la mente, pero la cosa va más o menos así. Corría con normalidad el 2017 con una cartelera estable de eventos donde, para mitad de año, ya se había consolidado un reinante y tradicional Rock al Parque, pero repentinamente, sin previo aviso, sin especulaciones o rumores, fue liberado un primer anuncio, arrancaba una campaña de expectativa, casi una carrera maratónica de algunos meses, sobre de un nuevo festival a llamarse Día de Rock Colombia.
Cartel del primer Día de Rock Peruano en 2016
Parece que todo comienza en Perú durante el 2016, cuando la organización Inmortal Producciones, responsables del evento llamado Vivo X el Rock, festival que lleva más de 10 ediciones en Lima, uno de los más grandes de Latinoamérica junto al Cosquín de Argentina y a Rock al Parque en Colombia, decidieron crear un concierto exclusivamente para resaltar las bandas de dicho país. Inicialmente el Vivo X el Rock tuvo dos versiones con solo bandas peruanas, pero rápidamente tuvo que apostar, tanto por tamaño como por demanda, por bandas foráneas, entre las cuales llegó Don Tetto de Colombia para las versiones del 2015 y 2016. Por la pandemia Vivo X el Rock ha tenido que cancelar todos los eventos programados en 2020, 2021 y 2022.
La apuesta de Día de Rock Peruano era sin duda arriesgada, pero muy innovadora y valorable porque de entrada daba la sensación de dar un lugar importante a muchas agrupaciones under o emergentes que se pudieron visualizar en un evento con producción de alto nivel al lado de bandas o artistas más reconocidos. 30 agrupaciones fueron parte del cartel que anunciaba 2 tarimas y que se concretó el 30 de julio de 2016 con una asistencia que rodeaba las 10 mil personas, repitiéndose desde entonces hasta el 2019.
Debo admitir que sin el Día de Rock Colombia no me hubiera acercado a la música de los Tetto, como los llama la gente, pues estoy mucho más cerca del heavy y el metal extremo que del rock pop. Esta agrupación, muy por arriba de las críticas del público más radical, ha representado muchos hitos importantes para la música en el país. Con una de las formaciones más estables de Colombia (Diego Pulecio en la voz, Carlos Leóngomez en la guitarra, Jaime Valderrama al bajo y Jaime Medina en batería) la banda inicia al rededor de los concursos de una famosa emisora juvenil, surgiendo a inicios de los años 2000 cuando justamente el movimiento de rock en tu idioma y la ola comercial del rock colombiano liderada por bandas como Ekhymosis, Poligamia y Aterciopelados había caído. Don Tetto introdujo el pop punk cuando reinaba el tropi pop y en adelante se consolidan como una banda de éxitos radiales, con una fuerte fanaticada propia, sus propios conciertos masivos, múltiples giras, varios premios como MTV, Grammy, Nuestra Tierra, giras y eventos internacionales. Se podrá decir cualquier cosa sobre ellos, pero sin duda han hecho la tarea y recogiendo la cosecha bajo su propio éxito, se han propuesto, tanto apalancar nuevas generaciones de emergentes, como seguir exponiendo a las grandes bandas nacionales. Con ello han creado una de las mayores vitrinas privadas de rock nacional, hasta el momento a través de su marca Sonora Entretenimiento.
Cartel y programación del primer Día de Rock Colombia en 2017
El sábado 12 de agosto del 2017, en el Centro de Eventos del Norte en Bogotá, llegó el primer Día de Rock Colombia bajo el lema “El Rock Es Nuestro”. Se conformó con un cartel de 30 bandas, que pasaban por sonidos desde el pop y rock genérico, hasta el metal alternativo. Fue un éxito total sin lugar a dudas, demostrando que no solo había aún un interés del público por el género rock, sino que podría realizarse un evento masivo en el que no todas las bandas tenían que ser millonarias en ventas internacionales, en el que no hubo cabezas de cartel, donde el horario fue puesto a disposiciones apenas días antes, prácticamente, todo lo contrario a Rock al Parque.
Aquí se dieron varios hitos importantes; la presencia de Ship, la banda pionera del progresivo y colombiano, primera en realizar un trabajo completamente profesional de rock en el país, hacia su presencia por primera vez para un público amplio desde su debut y despedida a inicios de los años 80, también, el homenaje de varios artistas nacionales a Elkin Ramírez de Kraken, donde el hijo del titán del rock nacional, Andrés Ramírez canto y despertó una nostalgia abrumadora entre el público que no dudo en señalar que era él quien debía continuar con el legado de su padre con el comando de la voces, o la notable afluencia masiva de gente que pagó su entrada. Justamente dentro de ese gran esfuerzo y en medio de un mar de gente que iba y venía entre dos tarimas opuestas, mientras se iban intercalando los grupos nacionales, destacaba la presencia de una mujer rubia que comandaba un ejército dedicado a que todo saliera bien, en una jornada maratónica que arranco a las 10 am y termino sobre las 3 de la mañana del siguiente día.
Aida Hodson no solo es una empresaria, los títulos como gestora cultural u organizadora de eventos son insuficientes, porque es eso y mucho más, pero sobre todo, y si personalmente tuviera que decir solo una cosa sobre ella, es que es una creyente. Rock al Parque 20 años, la gira por Latinoamérica del mismo, docencia sobre gestión y profesionalización de eventos, y muchos proyectos más donde su experiencia ha logrado visualizar a muchos que no tienen cómo amplificar su voz y dar a conocer sus productos artísticos son solo ejemplo de su labor constante. Pese a todas las falencias del ámbito nacional, ella, bajo su lema de insistir, resistir y persistir se ha inventado de todo, por eso desde el inicio Los Tetto que se traían esta idea tan arriesgada desde Perú, encontraron en la profe, la Hodson, La Mona, y hoy por hoy la primera dama del rock nacional, una persona con la verraquera para sacar adelante un Día de Rock Colombiano.
Por supuesto que este festival, era un riesgo, teóricamente se dirigía con más tendencia al fracaso que al éxito, los obstáculos eran muchos, la sola idea, el concepto de rock colombiano ha sido puesto en duda por años, ¿y es qué acaso aún había rock en Colombia? Pero más aún, ¿alguien querría pagar por asistir a un festival cuando el nicho estaba lleno de eventos gratuitos?, ¿Querría el público pagar por ver las bandas que podrían ver gratis en otros festivales? ¿Las bandas que podían tocar por entradas irrisorias en un bar, llevarían público suficiente para llenar un festival?, la dudas, las criticas y oposiciones, los rumores no se hicieron esperar, sin embargo Día de Rock Colombia, prevalece.
La continuidad
Tras una exitosa primera versión, llego el reto de darle continuidad, y se repitió la historia el 15 de septiembre del 2018. 32 bandas se dieron cita en aquella oportunidad, un cartel impresionante donde se reunieron tras muchos años los Poligamia de Andrés Cepeda, la Derecha de Mario Duarte y prácticamente cerraba con broche de oro, una leyenda nacional como Kronos, solo por poner algunos ejemplos. Aquí atendiendo a miles de comentarios, el festival arrancó meses antes, convocando bandas emergentes o under. Perfectamente un festival privado puede omitir estas solicitudes, pero manteniendo un espíritu innovador y consientes de la precariedad del ecosistema musical del rock nacional, arrancó en Bogotá una serie de presentaciones por bares de la ciudad donde agrupaciones noveles se congregaron en el llamado “Circuito Rock”, un apalancamiento en doble vía, en el que se promocionó el festival mientras las bandas se postulaban con el sueño de llegar a las tarimas principales en el Centro de Eventos del Norte. Sumado a lo anterior y en alianza con el Bogotá Music Market, se sumaron dos bandas más.
Cartel y programación del segundo Día de Rock Colombia en 2018
El 2019 fue un primer punto de inflexión, los anuncios se dieron temprano en el año, la perspectiva vinculaba otras organizaciones importantes de la música nacional, por primera vez se veía en el cartel algunas bandas foráneas e incluso una de Rap, A.N.M.A.L. Allison y Rap Bang Club, respectivamente. Lo claro es que no solo de fe y amor por el arte un evento de esta magnitud puede vivir y era evidente que aquí comenzaban a jugar varios aspectos a tener en cuenta, el principal, lograr mantener la afluencia masiva con una propuesta que fuese por igual atractiva pero también financieramente sostenible. Sin embargo, el proceso no salió tan bien y tuvo que posponerse al 2020, fue un año difícil y las expectativas por el Día de Rock Colombia eran muy altas, la falta del mismo generó un vacío importante.
Pero el tiempo pasa de prisa y la organización logró avanzar rápido para presentar la siguiente versión para el inicio del año 2020. El 22 de febrero de entonces, el público pudo disfrutar de 33 bandas, entre ellas una que venía por concurso de una marca de whisky que ha sido aliado del festival desde sus inicios. Pese a la polémica del año anterior, fueron recibidas con entusiasmo las agrupaciones extranjeras Allison, División Minúscula (de México) Caramelos de Cianuro (Venezuela) y Difonia (banda peruana que en la actualidad representa una de las mejores del continente en cuanto a rock duro, destacándose sobre todo el virtuosismo de su guitarrista Charly Parra) y aunque se anunció, Carajo (Argentina) no pudo participar. En la cuota nacional los referentes fueron retornos legendarios de Compañía Ilimitada, Pornomotora y Morfonia. Aquí la curaduría demostraba un viraje paulatino a propuestas más alejadas de los dos primeros carteles donde las bandas eran en mayoría las mismas, cuestión de relevos generacionales que son un diagnóstico sobre las tendencias del público actual y la aceptación de ciertas propuestas.
Cartel y programación del tercer Día de Rock Colombia en 2020
Reinvenciones
La perspectiva era de nuevo promisoria y al haberse realizado en el primer semestre se llegó a pensar que el Día de rock 2021 estaría más que asegurado, pero nunca se puede contar con lo que parece seguro. De repente noticias que parecían tan lejanas y a veces inverosímiles desde China venían generando incertidumbre mundial desde finales del 2019. Para 25 de marzo del 2020, los rumores se hicieron realidad, el gobierno nacional decretaba el llamado Aislamiento Preventivo Obligatorio en Colombia, la principal acción de confrontación y manejo social contra la pandemia de Covid 19 o simplemente Coronavirus, de tal forma que el Día de Rock Colombia habría sido prácticamente el último evento masivo realizado en dicho año.
El año de la pandemia trastoco todo lo que podía y prácticamente destruyo el sector de las artes escénicas. Los conciertos, los bares, y todas las tarimas cerraron forzosamente. Se iniciaron pruebas de supervivencia de todo tipo, lives, streamings, videos grabados en salas y habitaciones del hogar, presentaciones clandestinas y otras formas no contempladas anteriormente obligaron a que bandas, artistas, medios y demás gestores pusieran de moda la palabra “Reinvención”. Pero la cuarentena se extendió mucho, mucho más de lo que se pensaba y la virtualidad se transformó en el nuevo espacio de interacción para cientos de personas ávidas de rock. La organización que motiva este artículo, no se quedó atrás y como si fuera una historia de ciencia ficción para el 2021 llego Día de Rock Colombia 3.0. Otro sin precedentes en el país y prácticamente el continente.
Los días sábado 19 y domingo 20 de septiembre del 2021 se realizó el primer festival online, o streaming, de tecnologías 2D, 3D, y realidad virtual (VR) llamado Día de Rock Colombia 3.0. La modalidad y el ejercicio requirió una campaña no solo publicitaria, los medios del festival y hasta independientes se volcaron al ejercicio pedagógico para acercar al público a una forma radicalmente diferente de atender un concierto. La dinámica consistía en comprar en preventa para que vía correo llegase a los hogares un paquete en el que se incluía un código especial de conexión, una gafas 3D de armado rápido con instrucciones para vincular el celular, con lo que los usuarios podrían interactuar en un ambiente digital en el que ser pudo disfrutar de presentaciones pre grabadas de 25 bandas que fueron filmadas en 360 grados, el solo describirlo es bastante complicado, pero de nuevo la organización marco otro hito. No solo fue la enorme dificultad de cumplir con protocolos de seguridad preventivos contra el Covid, también el movilizar las bandas al lugar elegido como estudio. No podría dejar de mencionar mezclar con sonido en vivo un show como él los representantes ese año del metal extremo, Herejía, quienes llevaron para su acompañamiento a la Fundación orquesta de Cuerdas de Bogotá, teniendo que capturar a 16 músicos en escena, con formato sinfónico y eléctrico. Un nivel de epicidad histórico que solo fue empañado, meses después por la infortunada muerte del líder de la banda, Ricardo Chica Roa (R.I.P.), por efectos del virus.
Nicolas Bermudez de UnderThreat durante el Día de Rock 2022 en el Salitre Mágico
El 2022
La gestión técnica y de ejecución para la versión 3.0 son difíciles de cuantificar, lo cierto es que el 2021 represento el segundo hiato para el festival y esto amplió aún más el hambre por los conciertos para el público capitalino y nacional, así como las dudas frente a su continuidad. Contrario a lo esperado el arranque del año no se definía con prontitud si habría un retorno o un viraje a la nueva normalidad, los eventos continuaron siendo en streaming, pero su número fue bajando notoriamente así como conexión de seguidores en las alternativas de comunicación, poco a poco la gente se fue reincorporando a la presencialidad mientras se iban flexibilizando las políticas de aislamiento y fue difícil mantener a la gente conectada.
Fue a través de una beca de fomento que Sonora Entretenimiento dio continuidad a sus labores, aunque Día de Rock no se realizase. Se lanzó la Plataforma Para el Fortalecimiento Musical de la Localidad de Suba, en el que de nuevo con presentaciones pre grabadas fue presentada una serie de conciertos en streaming ocupando los fines de semana del 1,2,3 y 4 de abril y 9, 10 y 11 del mismo mes, con 14 bandas con agrupaciones emergentes de dicha localidad. De la misma manera organizaron el Amarillo azul y Rock, un homenaje a la música Colombiana lanzada para julio, donde participaron cerca de 100 artistas interpretando algunas canciones típicas de nuestro folclore nacional como La piragua en versión eléctrica.
Sin embargo, esperábamos con ansias el regreso del Festival una vez la ansiedad pandémica había bajado, y el 2022 ha marcado el retorno definitivo. Superarse a sí mismos, es el enfoque que han marcado quienes lideran Día de Rock, ahora simplemente así, sin el Colombia, porque la apertura a bandas internacionales, aun manteniendo principalmente la cuota nacional como predomínate, es en definitiva necesario para dar continuidad, adaptación y amplitud aun proyecto tan grande que busaca su consolidación definitiva. Como se ha visto aquí, la historia no ha sido fácil y aun con ello el regreso fue a lo grande y por partida doble.
El fin de semana 13 y 14 de agosto se realizaron los conciertos de Bogotá y Medellín del Día de Rock 2022, una apuesta con 29 y 21 bandas por ciudad respectivamente. Las innovaciones este año fueron principalmente en Bogotá, que aparte de incluir una cuota extranjera, y la aún más polémica presentación de la orquesta de salsa La 33, presentó el primer festival de rock realizado en las instalaciones del parque Salitre Mágico, incluyendo una oferta mixta donde junto a las agrupaciones del cartel se dio la posibilidad de subir a las atracciones durante todo el día e interactuar en una dinámica del festival más variada. Fue positiva, además, la reubicación en una zona mucho más central de la ciudad que facilitaba enormemente la movilidad para los asistentes.
El movimiento previo este año estuvo centralizado en uno de los principales bares Del norte de Bogotá, en el que se cambió el circuito rock por El Mundial de Bandas por un concurso por eliminatorias donde cada fin de semana 16 agrupaciones de diversos géneros se disputaron un cupo, que en realidad termino posicionado a Yooko, Camargo, Blas D Lezo, Niños en la Vía y Exequia en el cartel final. Si esto se sumara a los esfuerzos que sonora y Hodson entretenimiento, individualmente y en conjunto, han generado con proyectos como Emergente Convergente, la evaluación movimiento al rededor del Día de Rock vendría a determinarse probablemente como el mayor agente de exposición para bandas nacionales hasta el momento.
En Bogotá, tres tarimas esta vez, dieron desarrollo a la parte musical y principal del evento, contando con un cartel bastante renovado y algo alejado de las primeras dos versiones. No cabe extender mucho más este texto hablando de los pormenores de cada banda, baste decir que se notó un gran empeño de cada una por destacar dentro de una dinámica diferente, pero sería una mentira decir que con los múltiples escenarios y la disposición de las atracciones, alguien pudo hacer un seguimiento completo de la parte musical únicamente. En lo que cabe a Dark Nettwork, las bandas de metal como Exequia, N.O.F.E. Ultra y Undertreath, cumplieron a cabalidad la tarea de representar el género extremo con altitud y calidad. Destacable e interesante propuesta la de Hackmed en el rock alternativo, así como unos siempre rompedores Nepentes, y si, aun me sigue sorprendiendo la cantidad de seguidores de los Tetto.
Menos consideración por Rubén Albarrán en su proyecto Pinche Pincha Discos, que tal vez sea solo para fans acérrimos del vocalista de Café Tacuba, Pero que en general es más propicia para un evento de electrónica, ya que no deja de parecer un excéntrico señor bailando mientras cambia de acetato, no hay mucho más que decir, y sumado a las cancelaciones de último minuto de los norteamericanos Crazy Town, de los que en realidad se les sentía cero expectativa, el golpe fuerte se sintió realmente con la falta de los mexicanos Panteón Rococó, que si estaban en la lista de espera de la mayoría de interesados. Pese a lo anterior, estos puntos negros no lograron hacer mella, puesto que la asistencia fue concurrida y el número se mantuvo alto hasta la presentación final de La 33 cerca de la una de la mañana, y que inevitablemente saco la casta salsera y a veces equivocadamente vergonzante de muchos rockeros y metaleros con actitud radical.
El reporte del día siguiente en Medellín fue igual o superior, la asistencia en el Aeroparque Juan Pablo Segundo, fue perceptiblemente más amplia que en Bogotá, dado el espacio que concentraba a los asistentes. En definitiva, las dos plazas lograron atraer sin dudas mucho más de lo esperado, con un desfile de artistas cada vez más alejado de las bandas más tradicionales del país, y donde claramente se va ampliando una cuota internacional que busca por igual captar nuevos públicos y mantener al rockero tradicional.
En conclusión, la supervivencia de este espacio es fundamental en la historia el género del país, se espera que el ímpetu de nuevas agrupaciones por llegara estas tarimas, siga dando movilidad y expectativa también a nuevos públicos revitalizando una parte del género. Claramente este resumen no logra exponer lo más importante; la calidad e interés de las agrupaciones en cuanto su música, a las características de sus sonidos, a sus performance, pero se espera poder ampliar los análisis de forma más particular con cada banda cuando sea posible, generalmente cuando realizan sus lanzamientos. En realidad fue un placer volver a un evento como Día de Rock, que evoluciona con cada nueva entrega y donde sin lugar a dudas muchos proyectos han crecido, como por ejemplo Dark Room Network que siempre destacara el apoyo, confianza y credibilidad que la organización Sonora Entretenimiento y Aida Hobson han puesto sobre los medios independientes, nos fortalece saber que lograron el cometido. Como si fuera poco y sin pasar aun un mes desde el encuentro del Día de Rock, ya anunciaron un nuevo concurso y festival de bandas de rock en asocio con una importante caja de compensación de Bogotá.
El rock no para, el rock es nuestro…
Flyers, material de archivo Día de Rock
Fotografías por Gabriel Duarte -Gamineando-
Por Luis López Huertas
(Lectófago y Audiomante)